El día esperado
El día esperado Para las familias que van a adoptar, el día de la entrega es el más esperado. Después de un embarazo que puede durar hasta dos años y medio, la espera se convierte en un encuentro de ansiedades y sueños que se materializan.
Algunas parejas prefieren estar solas y disfrutar de la intimidad para esos momentos de tanta ansiedad. Otras por el contrario, desean estar acompañadas por toda la familia, como sucedió en la historia que sigue a continuación y en la que me fue permitido vivir tan hermosa experiencia.
Llegan los hermanos, sobrinos, abuelos y hasta la bisabuela. Se saludan y se abrazan.
Los asientos no dan abasto para la cantidad de personas que asisten a la entrega, algunos quedan de pies conversando de cualquier tema con tal de que la espera no se haga tan larga, porque a partir de ese momento los minutos parecen años. Cualquier movimiento que hay en la habitación o cualquier persona que entra, hace que todos se exalten y miren ansiosos esperando conocer pronto al nuevo miembro de la familia.
En el momento, los futuros padres se encuentran en la habitación contigua firmando los últimos papeles con la directora de la Institución, la psicóloga y el abogado.
Al contrario de un parto biológico aquí no hay dolores, no hay temores. Todo es felicidad, amor, intriga, incredulidad, sentimientos que se manifiestan con ataques de risa nerviosa y una que otra lágrima que salta ante cualquier comentario por trivial que sea. A diferencia de una madre con bata de cirugía, aquí la vemos muy saludable y elegante.
Los ojos de la futura madre brillan de una felicidad que no se puede describir. Ella nos cuenta como le advertía a sus alumnos que se tenía que retirar por maternidad. ¿Y cuál barriga? le decían…
Está muy feliz por el apoyo que todos le dieron, una sociedad que abre su mente a algo tan natural como es la adopción.
Los padres se reúnen con los demás, todos los rodean y se acercan a las escalas por donde subirán a su hijo, corre el tiempo y unas contracciones espirituales se convierten en fuertes apretones de manos.
Luego de una larga espera, están viendo realizado un sueño de ser padres, las lágrimas no dejan de rodar, sienten que se acerca… Pareciera que se escucharan los latidos de los corazones…y ¡Ahí está!..otro angelito que encontró y dará felicidad.
Todos se abrazan, se escucha que dicen ¡que lindo!, ¡divino!, ¡que bebé tan hermoso!
La abuela llorando exclama ¡que belleza de bebé!, pero es que es igualito al papá.
El nuevo padre, un poco más fuerte, trata de mantener la calma. Se nota el esfuerzo ue hace para no dar rienda suelta a sus emociones, la felicidad de la vida se ve manifestada en la mirada que le da al bebé.
Alguna persona comenta: «Tienen razón cuando dicen que el 30% son los genes, el resto es la educación, el cariño y el amor».