Ángeles de Francia

Ángeles de Francia
 
Juan David Verdom! Quien iba a pensar, hoy tienes 20 años, ya eres un hombre hermoso, no solo lo denota tu físico, el bigote sino también tus pensamientos y expresiones, Con un francés muy elegante con el que juega con sarcasmos muy franceses, muy diferente a hace algún tiempo, siete años que llegaste y como bien lo dijiste muy tocado por la adolescencia donde no sabíamos si eras del todo feliz, estabas más serio. Bueno pero muchos no conocen tu historia, contémosles antes de hablar como estas hoy:
 
Juan David llego a La Casita con muchos problemas en la parte física, estaba muy enfermo y las probabilidades que sobreviviera eran mínimas, los médicos no daban muchas esperanzas, fué sometido a un sin número de cirugías que le fueron dando mejores posibilidades, pero aun así quedaron secuelas en su desarrollo que lo afectaron durante muchos años y aun hoy, aunque no tiene que visitar con tanta frecuencia al médico, sabe manejarse. Mientras todo esto sucedía Juan David dejaba huella en La Casita, pues su temperamento y alegría quedaban en cada rincón de la casa. Todos tenían que ver con él, era el único que podía visitar las oficinas a cualquier hora del día, paseaba con conocidos y era invitado a pasear por personas cercanas los fines de semana, tenía carisma y se ganaba a todo el mundo. A parte de sus problemas de salud las probabilidades que fuera a adoptado eran mínimas, pues quien querría tener dicha responsabilidad, (recordemos que lastimosamente la mayoría de los papás adoptantes desean hijos sanos) Lo que no sabía nadie es que Juan David fue creciendo y de la casita fue adoptada Matilde, aquellos padres quienes ya tenían otros dos hijos adoptados y uno biológico conocían el caso de Juan David y se preguntaban, como muchos, que pasaría con él? Fue así como Matilda quien con su inocencia le dijo a sus padres “yo sé quién puede adoptar a Juan David” “nosotros tenemos mucho amor y modo” días después estarían iniciando el proceso de adopción de Juan David y su compromiso adicional a la de cualquier padre era cuidar de él, el tiempo que fuera necesario. Fue así como estos ángeles, los padres y hermanos de Juan David juntaron sus manos alrededor del computador y juntos aceptaron este compromiso.
 
Al llegar a Francia Juan David continúo con sus tratamientos médicos. Hace ocho años tuvo trasplante de riñón por lo que hoy toma muchos medicamentos. A pesar de todo esto la mejoría física ha sido muy grande, acá es definitivo, la vitamina “M” (mamá) o diría yo “F” (familia) hacen su mayor trabajo en la recuperación física y emocional de los niños.
 
A Juan David hoy le encantan los dulces, los chocolates los come sin ningún remordimiento.
 
Trabaja para un periódico, ya escribió un libro y está escribiendo otro. Empezó a estudiar escuela de negocio, decidió parar y va a comenzar Formación de literatura en idiomas.
 
Para Juan David la adopción ha sido muy buena se lleva muy bien con sus papas y hermanos. Se siente de Francia y de Colombia, se le olvido el español, pero está acá en Colombia y lo está estudiando, ya lo va recordando y practicando. El francés lo habla perfecto.
 
Cuando felicitan a sus papas, el reclama que lo feliciten a él, pues también tuvo que pasar por procesos médicos muy duros para estar donde está.
 
La adopción para Juan David es “una familia normal”.
 
Cuando le preguntamos por sus amigos, nos cuenta que no tiene vida social “muchos lo consideran sus amigos, el no, simplemente los aprecia”
 
No tiene novia, le da tiempo al amor, tiempo a que llegue.

Le gusta mucho Medellín, hace mucho calor.

Al preguntarle por su mama biológica dice que piensa “normal” en ella y no le interesa saber de ella/llos.

Le gustaría adoptar y lo puso feliz saber que las leyes permiten que para adoptar no es necesario casarse.

Estamos muy felices de ver a Juan David tan bien, es un ejemplo de lucha de superación y de vida.

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