El Perdón

El Perdón
Todos los niños que son adoptados tienen un pasado, una historia… Incluso los que son entregados cuando son bebés. Desde el abandono al nacer, malos tratos, estancias en albergues, cualquier cosa que se viva es una historia que hay que respetar y en determinados casos tener presente. La salud del niño no siempre es buena, porque muchas veces no ha tenido la atención médica adecuada. Entre los niños que pueden ser adoptados, puede haber algunos con traumas, físicos o psíquicos con una probabilidad variable de recuperación en cada uno de ellos.
 
Paulina tiene 19 años, está próxima a graduarse del bachillerato.

Siempre supo que era adoptada y la relación con sus padres y hermanos ha sido hermosa, pero un día sintió que algo ocurría en ella, se deprimió y comenzó a tratar mal a las personas que más quería…
 
Toda mi vida supe que era adoptada y en mi familia todos saben que lo soy, aunque en mi casa no se hablaba mucho del tema. Cuando tuve uso de razón el tema se quedó a un lado.
 
Nunca me han hecho sentir diferente, tengo dos hermanos, uno mayor y otro menor, los dos son hijos biológicos, nos queremos mucho, ellos son pendientes de mi y para la familia todos somos iguales.
 
Ninguno de mis compañeros de colegio saben que soy adoptada, sólo unos pocos amigos. Nunca me han hecho sentir mal por eso.
 
En una época me dio duro ser adoptada, me guardé muchas cosas que aunque pequeñas me hacían sentir mal y me preguntaba ¿yo que estoy haciendo aquí?. Entré en una etapa que gritaba por todo, lloraba mucho.
 
Llamé a una tía y le conté lo que me pasaba, ella me preguntó si quería encontrar a mi mamá biológica o si quería hablar con una psicóloga. Yo le dije que ninguna de las dos. Primero que todo porque yo no necesitaba más familia. A mí no me interesa esa persona, pasó por mi vida, me entregó y me parece el acto más lindo que podo hacer. Se lo agradezco mucho y no la juzgo. La perdono y le doy gracias por no haberme abortado. Por otro lado no quise la psicóloga porque no me iba a entender.
 
Decidí más bien conocer personas adoptadas, compartir mi experiencia y que me compartieran la suya. Contactamos a una hija adoptiva y el mismo día que hablé con ella me sentí muy bien y tuve un cambio radical para mejorar.

Hice también la terapia del perdón, es muy linda, una terapia con base en Dios.
 
Pienso que esos momentos de angustia los viví porque sufrí mucho en mis primeros meses de vida, antes que me entregaran. Tuve problemas en un oído, no lloraba, estuve en el hospital muchas veces, mis papás sufrieron mucho. Salí adelante con el apoyo de ellos porque no sólo me alimentaron con leche, a mi me alimentaron con cariño y amor.

Testimonios extraídos de la tesis HIJOS DEL CORAZON

Por Clemencia Tamayo

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